El Director General Adjunto de Normatividad, de la Dirección General de Geografía del INEGI, el Biólogo Francisco Takaki, hizo una presentación titulada: "Información Básica para la Construcción de la Tasa de Deforestación". Está disponible haciendo click aquí, o visitando el sitio del INEGI: http://www.inegi.org.mx/rne/docs/Pdfs/Mesa3/20/FranciscoTakaki.pdf
Basándose en Lund, H.G., V. Torres, A. Turner y L. Wood.2002. México. Análisis crítico de los estimados disponibles de deforestación.USAID. SEMARNAT., indica que hay una variación enorme en las estimaciones de la deforestación en México, que van de 75,000 hectáreas anuales a 1.98 millones de hectáreas anuales.
Takaki señala que "Es importante hacer notar que no se puede decir que una u otra estimación de la tasa de deforestación es “correcta” o “errada”. Como fueron calculados con diferentes definiciones, metodologías y fuentes
de datos, sólo se puede decir que una estimación de la tasa de deforestación realizada para un determinado propósito, no puede ser comparada con otra que responde a un requerimiento distinto."
Una explicación de la gran variación en los datos de deforestación, se refiere a las definiciones. Si, como mencionamos, se pude decir que el fenómeno de la deforestación comprende la pérdida permanente de cualquier comunidad silvestre, habría que poner en la contabilidad las áreas arboladas de bosques y selvas perdidas, pero además agregar las áreas de matorrales, chaparrales, manglares, y otras áreas silvestres que se han transformado a otros usos, o que han perdido sus atributos de "silvestres". Si se toma en cuenta todo esto, se puede llegar a la estimación de Víctor Toledo de que se deforestaban en 1989 1,500,000 hectáreas anuales.
Sin embargo, si reducimos la estimación solamente a las áreas arboladas, obtenemos cifras más consistentes. Siguiendo este criterio y estableciendo parámetros que buscan estandarizar las metodologías y generar cifras comparables entre los países, la FAO ha publicado en sus Evaluaciones de los Recursos Forestales Mundiales, que México tenía 69.016 millones de hectáreas arboladas en el año 1990, y pasó a tener 65.540 en 2000 y 64.238 en 2005. Esto significa que en el período 1990-2000 se perdieron en promedio 347,600 hectáreas arboladas anuales y entre 2000 y 2005 260,400 hectáreas anuales. Pueden ver los datos que publica la FAO haciendo click aquí o visitando el sitio http://www.fao.org/forestry/32089/en/mex/
Por su parte, Francisco Takaki del INEGI, presenta datos que muestran que, de acuerdo con la primera carta digital de Uso del Suelo y vegetación del INEGI integrada en 1980; es decir, la serie I de cartas, México tenía 51.5 millones de hectáreas arboladas. Al integrar la serie II de cartas con información satelital de 1993, habían 37,5 millones de hectáreas arboladas. Cuando se elaboró la serie III de cartas con información de 2002, habían 34.5 millones de hectáreas. Esto equivale a decir que en el pasado (1980-1993), se perdían en promedio 1.076 millones de hectáreas anuales y que en los años recientes (1994-2002) la pérdida anual de bosques y selvas se redujo a 336,500 hectáreas anuales. Estos son los datos de Takaki, reunidos en un solo cuadro:
|
A la baja de la deforestación de 1 millón de has. anuales a fines de siglo a 336,500 en 2002 que presenta Takaki, se puede agregar la cifra de 260,400 has. perdidas anualmente hacia 2005 que publica la FAO y obtenemos una imagen en la que la deforestación parece estarse reduciendo de una manera consistente
Saludos,
M.C. Francisco Chapela
Director Ejecutivo
Estudios Rurales y Asesoría
Gonzalo Chapela"
ResponderEliminarView contact details
To:
fchapela@era-mx.org, cd2020-mx@mailman.greenpeace.org
Muy buena síntesis;
En otro mensaje se abrió la discusión sobre la definición del significado de “forestal”, con la pregunta sobre si los pastizales, matorrales y generalmente vegetación más o menos silvestre caben.
Es muy útil el acotamiento al arbolado, por lo pronto; ¿qué hacemos con el resto?
Saludos!
2010/3/22 Patricia Gerez Fernandez
ResponderEliminarHola:
Me parece que las precisiones expuestas por Takaki son importantes para no caer en dramatismos o en optimismos absurdos. La medición de las tasas de desforestación son complejas y los resultados casi siempre reflejan la vision del investigador que realiza el estudio, a veces del lado blanco-negro, es decir todo lo que deja de ser vegetación "natural" (con la ambiguedad que esto implica), o por el contrario, enfocado en lo que deja de ser arbolado. Ese es un nivel de esta complejidad.
Sin embargo, hay otro nivel de análisis sobre el mismo fenomeno pues la desforestación casi nunca es un proceso lineal. Los datos generales de nivel nacional que se manejan ocultan una serie de procesos regionales más complejos que podrían darnos una fotografía distinta. Particularmente llamo la atención sobre los estudios regionales que estan mostrando una recuperación de la vegetación arbolada secundaria, es decir un proceso de recuperación de bosques de segundo crecimiento, tanto en selvas humedas, como en bosques templados e incluso en el bosque mesófilo (como he encontrado en el centro de Veracruz). La dinamica agraria ha cambiado en México, la apertura de tierras para la agricultura y para el crecimiento urbano e industrial estan ubicados en ciertas zonas del país. Me parece importante considerar esta situación puesto que lleva a plantear políticas públicas diferentes, según sea la situación regional.
En los casos donde se identifica la recuperación de los bosques secundarios, es donde se requiere insertar esquemas de manejo tendientes a incrementar la biomasa de esas masas para captura de carbono y para su recuperación como capital forestal; esto porque aun cuando en ciertas zonas puede haber un incremento en la cobertura, las condiciones de esos bosques pueden ser de baja calidad y de especies secundarias con bajo valor forestal.
Saludos a todos.
Patricia
"Abe"
ResponderEliminarDe acuerdo con Patricia Gerez, además los esquemas de manejo mencionados a nivel regional deben diferenciarse, especialmente donde ya se consideran esquemas de adaptación y mitigación frente al cambio climático, tal como se menciona es subjetivo el asunto y lo que debiera es de consensuarse una definición de forestación antes de caer en uno u otro extremo, quizá cabria también considerar las afectaciones en base a especies introducidas tanto en ámbitos rurales como urbanos y la resilencia mayor de algunos ecosistemas frente a otros, pues si bien la tendencia parece ser a la baja en cuanto a las hectáreas afectadas anualmente (según lo expuesto por Takaki) no todos estos espacios revertirán necesariamente en el tipo de vegetación que originalmente poseían, a lo cual hay que correlacionar las afectaciones por pérdida de suelos, contaminación y disponibilidad de agua entre otras variables.
Saludos
Abelardo Castillo
From: "Luis Raul Alvarez Oseguera"
ResponderEliminarSobre los comentarios de Patricia habria que abundar en la calidad de los bosques. A nivel de monitoreo de superficies, las áreas forestales pueden seguir estando presentes pero la cantidad de biomasa que contienen puede estar variando. Si nos atenemos a que el MDS no toma en cuenta incrementos y las estadisticas de producción nacional van a la baja, podríamos aventurar la idea de que estamos llevando los bosques bajo manejo hacia bajas existencias.
El 25 de marzo de 2010 13:35, Patricia Gerez Fernandez escribió:
ResponderEliminarExcelente comentario, das en el mero punto.
P.
Monday, March 29, 2010 11:15 AM
ResponderEliminarFrom: "Luis Raul Alvarez Oseguera"
Para alimentar el desconcierto, aparece esta nota:
PÉRDIDA FORESTAL. México pierde 155 mil hectáreas de bosques al año, de acuerdo con un reporte oficial entregado a la FAO. De acuerdo con el Sistema Nacional de Información Ambiental, la FAO estimó en 2005, una pérdida anual de 235 mil hectáreas de bosques y selvas, mientras que para el periodo 2005-2010 fue de 155 mil. “Esta información es resultado de la actualización que hizo la Conafor en 2009 del estudio de la dinámica de cambio de los recursos forestales, utilizando como insumos las imágenes de satélite, cartografía de Uso del Suelo y Vegetación, así como los resultados del Inventario Nacional Forestal y de Suelos”. (Reforma, p.16-Nacional)