Sin embargo, también pueden haber relaciones mercantiles virtuosas. Tal es el caso de los que manejan los bosques de alcornoque en el Mediterráneo, que son los proveedores de materia prima para los tapones de corcho de la industria vinícola. La demanda internacional de tapones de corcho, ha mantenido vivos a los silvicultores de bosques de alcornoque y los bosques mismos, manteniendo así un ecosistema importante del Mediterráneo.
La inserción de los dueños de tierras forestales a los mercados, puede tener efectos perversos, si no existen mecanismos sociales o políticos para evitar dichos efectos y promover más bien los efectos virtuosos.
El 7 de Febrero pasado, la revista Nature publicó los resultados de un estudio muy interesante de Ruth S. DeFries, Thomas Rudel, Maria Uriarte y Matthew Hansen (Deforestation driven by urban population growth and agricultural trade in the twenty-first century, Nature Geoscience 3, 178 - 181 (2010)), sobre la dinámica de deforestación en el mundo.
Los autores usaron imágenes de satélite de los años 2000 a 2005 para estimar la pérdida de bosques y selvas e hicieron la correlación de estas estimaciones con factores económicos, agrícolas y demográficos en 41 países en los trópicos húmedos. Otros estudios semejante en el pasado, han tratado de explicar la deforestación como un proceso impulsado por el crecimiento de la población rural, que demanda la apertura de tierras para el cultivo y propicia la deforestación. Normalmente ese tipo de estudios, han dado correlaciones bajas.
Los investigadores en este nuevo estudio, encontraron que entre 2000 y 2005, la pérdida forestal se correlaciona de manera significativa y positiva con el crecimiento de la población urbana y con el aumento en las exportaciones de productos agrícolas. En contraste, no encontraron correlación entre el crecimiento de la población rural y la pérdida de cubierta forestal.
Los resultados obtenidos indican que la deforestación en este inicio del siglo XXI, está impulsada en buena medida por la demanda de productos agrícolas por parte de la población urbana nacional o extranjera, a través del comercio internacional.
Hay una tendencia fuerte de la población en los trópicos a migrar a las ciudades. Sin embargo, los datos del estudio muestran que la migración del campo a la ciudad, no ha reducido, sino aumentado la pérdida de cubierta forestal. Este resultado inesperado, podría explicarse si se considera por ejemplo que la población urbana consume más carne, lo cual demanda más pastizales y más sembradíos de soya para alimentar al ganado. Tal parece que -hasta donde muestran las imágenes de satélite- el hecho de que una familia migre del campo a la ciudad, no inhibe la expansión de la ganadería extensiva ni la expansión de los cultivos y plantaciones agroforestales.
Los autores concluyen/predicen que las políticas para reducir la deforestación en el medio rural no enfrentarán la causa principal de la deforestación en el futuro. Recomiendan que se concentren los esfuerzos en (1) reducir la deforestación asociada a la producción agrícola de escala industrial, orientada a las exportaciones y (2) aumentar los rendimientos en las tierras no-forestales para satisfacer las demandas de productos agrícolas sin presionar a las áreas forestales.
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Referencias de prensa sobre el estudio de DeFries y colaboradores:
AFP: Urban growth, farm exports drive tropical deforestation
MongaBay: Forest conservation via REDD may be ineffective without addressing commodity consumption, trade
NASA Earth Observatory, World of Change: http://earthobservatory.nasa.gov/Features/WorldOfChange/deforestation.php
From: "Abe"
ResponderEliminarGenial!, de acuerdo totalmente, una de varias conclusiones es que la desruralización de la población mundial aumenta la presión sobre los recursos, y concentra el capital en pocos grandes detentadores de poder con la subsecuente sobreexplotación de la naturaleza, saludos!!