martes, 27 de abril de 2010

Causas de la deforestación-el caso de la península de Yucatán

From:

Estimadas y estimados:

Los invito a aportar sus perspectivas e ideas sobre las causas de la deforestación.

En 2008, Edward Ellis del CITRO de la Universidad Veracruzana y Luciana Porter-Bolland, del Instituto de Ecología, A.C., hicieron un análisis de los procesos de deforestación en un área protegida (La Montaña, Hopelchén, Campeche) y en áreas bajo conservación comunitaria en la Zona Maya al norte de Quintana Roo. Pueden obtener el reporte de su investigación haciendo click aquí o visitando el sitio http://dl.dropbox.com/u/2832046/0deforestacion/Ellis-community%20forests%20and%20PAs%20Yucatan.pdf

Para el caso de La Montaña, el estudio encuentra que ha habido en el pasado (1988–2000) un proceso claro de deforestación con una tasa de -0.3%, el cual se acentúa en los años recientes (2000–2005) subiendo a -0.7%. Aunque uno pensaría (como Von Thünen) que la deforestación avanza conforme avanza la colonización, que entra por los caminos que se van construyendo y se detiene cuando se constituye un Área Protegida, en este caso, la deforestación se relaciona principalmente con la distribución de la población, el tamaño de la población ejidal y la distancia a las selvas de tierras inundables. No encontraron correlación con la distancia a los caminos ni con el estatus de conservación de los sitios considerados. Los investigadores atribuyen la deforestación en esta zona a la expansión de las áreas para pastoreo de ganado, la cual a su vez es impulsada por los programas de apoyo a la ganadería del gobierno. Adicionalmente, detectaron que la venta de parcelas ejidales que el PROCEDE ha permitido, facilitó el establecimiento de una colonia de menonitas, que buscan generar sus ingresos de la producción agrícola y conocen muy poco de las selvas mayas y de las formas culturales de usarlas.

Para el caso de la Zona Maya, el proceso de deforestación es mucho menos claro, pues en años pasados (1984-2000) hubo una deforestación casi imperceptible de -0.0004% y en años recientes (2000–2004) hubo una recuperación ligera (0.002%) de la superficie arbolada. Las áreas deforestadas, correspondieron a pequeñas superficies de milpas que se establecieron para atender las necesidades de las familias mayas, pero una vez establecidas ya no se extendieron más. Igual que en le caso de La Montaña, la deforestación no se relaciona con la distancia a la carretera. El análisis estadístico mostró que en este caso, la deforestación se relaciona con el número de ejidatarios, el tamaño de los ejidos y la distancia a las selvas de tierras inundables. La recuperación de la selva, se relaciona con la declaración de Zonas Forestales Permanentes por parte de las comunidades.

Entre otras cosas, los autores sugieren que (1) La deforestación en la Península de Yucatán, es impulsada por la política agraria y por los subsidios a la expansión de la ganadería; (2) La declaración de áreas protegidas por parte del gobierno y la implantación de programas como el Corredor Biológico Mesoamericano, no han sido instrumentos eficaces para detener la deforestación; (3) La decalaración de Zonas Forestales Permanentes en la Zona Maya de Quintana Roo, ha sido efectiva en detener la deforestación; (4) La oportunidad de conseguir ingresos adicionales además de los que se pueden obtener dentro del territorio de la comunidad, ha ayudado a que la gente de la Zona Maya atienda mejor sus necesidades, sin presionar a las áreas forestales.

Es notable el contraste entre La Montaña en Campeche y La Zona Maya en Quintana Roo, no sólo por que en el primer caso hay un proceso claro y creciente de deforestación y en el segundo se observa un proceso incipiente de recuperación forestal, sino por que la Zona Maya tiene una densidad de población considerablemente mayor.

La conclusión final de esta investigación es que "La importancia de construir instituciones locales, es decir, reglas formales e informales que guíen las decisiones de un grupo respecto a un bien común, es fundamental para manejar recursos comunes como los bosques. Debe construirse capital social, técnico, organizativo y administrativo en las iniciativas que existen. las agencias externas (gubernamentales y no-gubernamentales) deberían abonar credibilidad a los agentes locales, generando mecanismos reales de gobernabilidad y rendimiento efectivo de cuentas, que actualmente faltan en La Montaña. Aunque es distinta en muchos aspectos respecto a La Montaña, la Zona Maya bien pude aportar ciertas lecciones al área, en particular respecto al proceso de desarrollo de Empresas Comunales Forestales efectivas. Un enfoque regional de conservación debería por lo tanto conceptualizar las dimensiones política y social de la conservación, abordando asuntos relacionados con las necesidades y aspiraciones de la población local, y reconociendo los papeles potenciales de distintas alianzas a distintos niveles. Esos son los temas a considerar a la luz de un marco en desarrollo para una estrategia más efectiva y socialmente justa de conservación."


M.C. Francisco Chapela

Director Ejecutivo
Estudios Rurales y Asesoría

No hay comentarios:

Publicar un comentario