viernes, 26 de marzo de 2010

La deforestación disminuye en el mundo, pero continúa a ritmo alarmante en muchos países

Ayer salió publicado las conclusiones del FRA – 2010

Saludos

SERGIO

25-03-2010

La FAO publica las conclusiones de la evaluación de recursos forestales mundiales

25 de marzo de 2010, Roma - La deforestación en el mundo, fundamentalmente la conversión de bosques tropicales en tierras agrícolas, ha disminuido en los últimos diez años pero continúa a un ritmo alarmante en muchos países, según advirtió hoy la FAO.

A nivel mundial, se han convertido a otros usos o se han perdido por causas naturales 13 millones de hectáreas de bosques anuales entre 2000 y 2010, en comparación con 16 millones de hectáreas anuales durante la década de 1990, según las conclusiones principales del estudio forestal más completo realizado por la FAO hasta la fecha: la Evaluación de los recursos forestales mundiales 2010. El estudio cubre 233 países y territorios.

Brasil e Indonesia, que registraron las mayores pérdidas de bosques en los 90, han reducido considerablemente sus tasas de deforestación. Además, los ambiciosos programas de plantaciones forestales en países como China, India, Estados Unidos y Viet Nam - combinados con la expansión natural de los bosques en algunas regiones - han añadido más de siete millones de hectáreas de nuevos bosques, cada año. Como consecuencia, la pérdida neta de superficie forestal se ha reducido de los 8,3 millones de hectáreas al año de la década de 1990 a 5,2 millones de hectáreas anuales entre 2000 y 2010.

La superficie forestal total mundial asciende a algo más de 4 000 millones de hectáreas, el 31 por ciento de la superficie terrestre total. La pérdida neta anual de bosques (es decir la suma de las perdidas menos la suma de los incrementos en superficie forestal) en el periodo 2000-2010 equivale a una superficie similar a la de Costa Rica.

Las mayores pérdidas en Sudamérica y África

Sudamérica y África experimentaron las mayores pérdidas netas anuales de bosques en el periodo 2000-2010, con 4 y 3,4 millones de hectáreas respectivamente. Oceanía también registró una pérdida neta, debida en parte a la grave sequía en Australia desde el año 2000.

Por otro lado, Asia registró una ganancia neta de unos 2,2 millones de hectáreas al año en la última década, fundamentalmente debido a los programas de forestación a gran escala en China, India y Viet Nam, que han aumentado su superficie forestal en casi cuatro millones de hectáreas anuales en los últimos cinco años. Sin embargo, la conversión de las superficies boscosas a otros usos siguió registrando tasas elevadas en muchos países.

En Norteamérica y Centroamérica, la superficie forestal permaneció bastante estable, mientras que en Europa siguió creciendo, si bien a una tasa menor que antes.

"Por primera vez, somos capaces de demostrar que la tasa de deforestación ha disminuido a nivel mundial como resultado de una serie de esfuerzos coordinados a nivel local e internacional", afirmó Eduardo Rojas, Director General Adjunto del Departamento Forestal de la FAO.

"Los países no sólo han mejorado sus políticas y legislación forestales, también han asignado bosques para uso de comunidades locales y pueblos indígenas, y para la conservación de la diversidad biológica y otras funciones medioambientales. Es un mensaje bienvenido en 2010, el Año Internacional de la Biodiversidad", explicó Rojas.

"Sin embargo -añadió-, la tasa de deforestación continúa siendo muy alta en muchos países y las zonas de bosque primario - bosques no alterados por la actividad humana - siguen disminuyendo, por lo que los países deben intensificar sus esfuerzos para mejorar su gestión y conservación".

Bosques y cambio climático


Los bosques desempeñan un papel importante en la mitigación del cambio climático. Almacenan una gran cantidad de carbono. Cuando se tala un bosque y se convierte a otro uso, el carbono regresa a la atmósfera.

"Una menor tasa de deforestación y la creación de nuevos bosques han ayudado a reducir las elevadas emisiones de carbono de los bosques provocadas por la deforestación y la degradación forestal", afirmó Mette Løyche Wilkie, Coordinadora de la Evaluación.

"Pero necesitamos mirar hacia delante porque los grandes programas de plantación de árboles en China, India y Viet Nam, responsables en su mayor parte de los recientes aumentos de la superficie forestal, finalizarán en el 2020", añadió. "Esto significa que tenemos un período corto para poner en marcha medidas efectivas y permanentes para reducir significativamente las tasas actuales de deforestación y degradación de los bosques. Sin estas intervenciones nos arriesgamos a volver de pronto a altas tasas de pérdida neta forestal y de emisiones de carbono de los bosques, como ya tuvimos en la década de 1990", apuntó.

Las Evaluaciones de la FAO de los recursos forestales mundiales se publican cada cinco años. Más de 900 especialistas de 178 países han participado en la Evaluación de los recursos forestales mundiales de 2010. El informe completo de esta evaluación se hará público en octubre de 2010.

Conclusiones principales


Otros hallazgos clave de este informe fueron:

  • Brasil perdió una media de 2,6 millones de hectáreas de bosque anuales en los últimos diez años frente a los 2,9 millones de hectáreas en los 90. Las cifras de Indonesia ascendieron a 0,5 y 1,9 millones de hectáreas al año respectivamente.
  • Los bosques primarios constituyen un 36 por ciento de la superficie forestal total pero han disminuido en más de 40 millones de ha desde el año 2000. En gran medida esto se debe a la reclasificación de los bosques primarios como "otros bosques regenerados de forma natural" debido a la tala selectiva y otras intervenciones humanas.
  • La superficie de bosques en parques nacionales, áreas naturales silvestres y otras zonas legalmente protegidas ha aumentado en más de 94 millones de hectáreas desde 1990 y actualmente equivale a un 13 por ciento de la superficie forestal total.
  • Los bosques representan uno de los principales sumideros mundiales de carbono. Almacenan unas 289 gigatoneladas (Gton) de carbono en árboles y otra vegetación. El carbono almacenado en la biomasa forestal, la madera muerta, la hojarasca y el suelo es mayor - en conjunto - que todo el carbono presente en la atmósfera. A nivel mundial, se estima que las reservas de carbono en la biomasa forestal descendieron en 0,5 Gton al año en el período 2000-2010, principalmente debido a la reducción de la superficie forestal total.
  • Los incendios, las plagas y las enfermedades están causando daños cada vez mayores a los bosques de algunos países. En promedio, cerca del uno por ciento de la superficie forestal mundial se ve significativamente afectado cada año por los incendios forestales. Las plagas de insectos dañan unos 35 millones de hectáreas de bosque cada año. Los fenómenos climáticos extremos como las tormentas y ventiscas, y los terremotos, también provocaron graves daños durante la última década.
  • Desde el año 2000, setenta y seis países han desarrollado o actualizado sus políticas forestales y desde 2005, sesenta y nueve países - fundamentalmente en Europa y África - han promulgado o enmendado sus leyes forestales.
  • La recolección de datos para la Evaluación de los recursos forestales mundiales se está haciendo más exhaustiva y precisa. Los nuevos datos y la información adicional sobre la forestación y la expansión natural de los bosques en los últimos 20 años han permitido estimar de forma más precisa las tasas de deforestación y pérdidas por causas naturales. La nueva estimación mundial para el periodo 1990-2000 (próxima a los 16 millones de ha al año) es mayor que la anterior, debido a que ahora también incluye la deforestación en países que han experimentado un aumento neto de su superficie forestal.
  • Un estudio de teledetección de bosques, liderado por la FAO, con el muestreo de unos 13 500 puntos, cada uno observado en un periodo de 15 años, proporcionará para finales de 2011 datos aún más exactos sobre las tasas mundiales y regionales de deforestación.

Causas de la deforestación - la presión poblacional

La Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA), ha puesto en línea un Atlas ambiental de América del Norte. Este instrumento nos puede ayudar a considerar cuáles pueden ser las razones para el "cambio de uso del suelo" o para la deforestación.

El Atlas interactivo está disponible en el sitio http://www.cec.org/atlas/sp.html

En la sección de ecosistemas terrestres, está el mapa de Cobertura del suelo, que permite ubicar a grandes rasgos la distribución de bosques, selvas, matorrales, pastizales y otras cubiertas de vegetación. En el contexto de los enfoques de Johann von Thünen, Ester Boserup o Norman Borlaug, pueden destacarse dos rasgos interesantes en ese mapa.

Por un lado, está al norte la enorme franja de bosques y áreas silvestres templados y sub-polares. Esta zona se ajusta bien a los conceptos de von Thünen: son zonas con buena cubierta forestal, que están lejos de las zonas más densamente habitadas por humanos. Pareciera que los costos de producción y de flete, harían que no fuera rentable abrir tierras a la agricultura y llevar los productos agrícolas al mercado. Podrían caracterizarse como zonas en las que aún no ha llegado la "penetración" de los usos agropecuarios del suelo.

Por otro lado, destaca la franja oriental de Estados Unidos y México, desde Nueva York hasta la Ciudad de México y la Península de Yucatán, tienen también una cubierta forestal considerable, pero tienen al mismo tiempo algunas de las mayores ciudades del subcontinente. La coexistencia de una mayor densidad de población y una cubierta forestal, no se ajusta al modelo de la "penetración" de la economía agropecuaria hacia las regiones forestales. Esa coincidencia sugiere más bien que se han desarrollado patrones tecnológicos que han permitido enfrentar la demanda creciente de la población sin eliminar del todo la cubierta forestal, como sugiere Boserup que sucede cuando la densidad de población crece.

El Atlas de la CCA, tiene otro mapa interesante. En la sección de "Influencia humana", está el mapa de Influencia humana en los ecosistemas terrestres. Basado en la densidad de población, la infraestructura de comunicaciones y la emisión nocturna de luz, este mapa muestra las áreas más afectadas por las actividades humanas. Sobrepuesto al de cobertura del suelo, se hacen patentes las dos tendencias mencionadas. Por un lado, la franja del norte de terrenos forestales templados y sub-polares se muestra como una vasta zona que se ha sustraído a la influencia humana y a la penetración de la economía agropecuaria. Pero por otro lado, la gran franja oriental, se presenta como la zona de mayor impacto de las actividades humanas y que conserva sin embargo, una cubierta forestal importante.

Haciendo zoom en México, se observan también patrones diferenciados. Por un lado, pueden verse zonas en donde la conservación de la cubierta forestal podría explicarse como la falta de penetración de la economía agropecuaria. Esto es evidente en la Sierra Madre Occidental, en la selva maya de Quintana Roo y Campeche, en la selva Lacandona de Chiapas y en la selva de los Chimalapas en Oaxaca. La prevalencia de terrenos de cultivo en la planicie costera, apoya también la idea de que la pérdida de cubierta forestal ha sido producto de la penetración de la economía agropecuaria. Pero también se observa la otra tendencia, en la que la fuerte influencia humana no ha llevado a la eliminación de la cubierta forestal, posiblemente debido a que se ha desarrollado una mejor capacidad agronómica y en general marcos tecnológicos capaces de enfrentar la demanda de alimentos sin tener que eliminar la cubierta forestal, siguiendo el enfoque de Ester Boserup.

Es notable la coexistencia de áreas forestales y las actividades humanas en el eje volcánico transversal, ya que en esa franja hay una cobertura forestal considerable y están las ciudades de Guadalajara, México y Puebla. En Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, se observa un patrón de mosaico de zonas deforestadas con alto impacto de actividades humanas y zonas con cubierta forestal, que sugieren también que existe un patrón tecnológico que ha permitido enfrentar la demanda de productos agropecuarios sin recurrir a la eliminación total de la cubierta forestal.

El Atlas ambiental de América del Norte, incluye también un mapa de los "Biomas Antropogénicos". En este mapa, se ubica de nuevo a nivel subcontinental, la franja templada y sub-polar del norte, como la zona en donde están los bosques silvestres y remotos. También se aprecian eriales silvestres y remotos en zonas de poca influencia humana. La mayor parte del resto del sub continente, son formaciones arboladas, forestales o agropecuarias en las que la estructura y funcionamiento de los ecosistemas tiene una influencia humana significativa. La franja oriental del subcontinente destaca como la zona más rica en ecosistemas forestales, aunque prácticamente todos ellos se consideran "antropizados".

De acuerdo con este mapa, para el caso específico de México, solamente las zonas áridas del norte, parte de la selva maya en Quintana Roo y Campeche, la selva de Chimalapas y porciones de la Sierra Madre Occidental se consideran silvestres o remotas. El resto son ecosistemas antropizados. Esto refuerza la idea de que la mayor parte del patrimonio forestal de México podrá perdurar, no en la medida en que se mantengan "prístinos", pues eso ya no es posible, sino en la medida en que se encuentren esquemas tecnológicos en los que se enfrenten las necesidades humanas sin tener que recurrir a la eliminación de la cubierta forestal.

Sitio relacionado: http://ecotope.org/anthromes/

jueves, 25 de marzo de 2010

Administración: Lista de participantes

Estimadas y estimados:

Se han ido agregando poco a poco participantes en esta lista de discusión sobre cómo detener la deforestación en México. Actualmente estamos:

Abelardo Castillo
Alejandro Jayo
Augusta Molnar
Víctor Suárez
Carlos Ortega
Francisco Chapela
Gonzalo Chapela
Grupo de Investigación, Asesoría y Acción para el Desarrollo Comunitario de Chiapas
Héctor Magallón
iximvl@yahoo.com.mx
Iván Zúñiga
jls_jesus en yahoo.com
Jorge Landeros
Juan José Lau
Raúl Álvarez
Marco Antonio González
Paloma Neumann
Patricia Gerez
Patricia Negreros
Sergio Madrid
Ariel Arias
marianaboy@partidoverde.org.mx
ocelotcihuatl@gmail.com
susana_ao@yahoo.com
Valeria Enriquez

Les pido una disculpa a los o las que no pude identificar por su nombre.

Para las y los que van llegando: pueden ver lo que hemos hablado visitando el sitio http://cerodeforestacion.blogspot.com/ o en el mailman de Greenpeace: http://mailman.greenpeace.org/mailman/private/cd2020-mx/

Si consideran que alguien más deba estar en la lista, puede inscribirse visitando la página
http://mailman.greenpeace.org/mailman/listinfo/cd2020-mx o avisen a Hector Magallon Larson o a Francisco Chapela, para que los inscribamos.

Saludos,

M.C. Francisco Chapela

Causas de la deforestación- Enfoques conceptuales

Al referirse a las causa de la deforestación, es común decir que este fenómeno se debe "al cambio de uso del suelo". Esto es absolutamente cierto, pues si la deforestación es la eliminación permanente de la cubierta forestal, eso significa que el suelo tendrá una nueva cobertura, no-forestal, pues se usará para otra cosa. Sin embargo no ayuda mucho a entender las causas de la deforestación. Dicho de otra manera, si aceptamos que la deforestación se debe al cambio de uso del suelo, deberíamos indagar sobre las razones por las cuales se decide cambiar de uso del suelo. Esta ha sido una reflexión que ha ocupado a muchos desde hace mucho tiempo. Algunos enfoques han influido a los analistas y políticos por mucho tiempo.

El modelo de von Thünen

Un economista alemán de la primera mitad del siglo XIX, Johann von Thünen (1783 – 1850), propuso un modelo que hasta la fecha sigue teniendo gran influencia. Von Thünen era además de economista, dueño de una finca en Mecklenburgo, al norte de Alemania y fue testigo de cómo los bosques y otras áreas silvestres se fueron convirtiendo en campos de cultivo. Este economista notó que las áreas silvestres más cercanas a la ciudad se convertían primero en campos de cultivo, mientras que otras áreas, tardaban más en convertirse aunque la calidad del suelo no fuera mala. Asumió entonces que la tasa de conversión de bosques y áreas silvestres a terrenos de cultivo, tenía una relación con la distancia al centro urbano.

Estas ideas, lo llevaron a proponer un modelo que describiría la deforestación o el cambio de áreas silvestres a cultivadas, en función del rendimiento de la tierra, los costos de producción, los precios en el mercado, los costos de flete y la distancia al mercado. (1)

De acuerdo con el modelo de von Thünen podría esperarse que el patrón de uso del suelo en un lugar determinado en un momento dado, consistiera básicamente en áreas de horticultura y agricultura intensiva en los sitios cercanos a un centro urbano, seguidas un cinturón de bosquetes para leña. A continuación, conforme uno se leja de la ciudad, encontraría áreas dedicadas al cultivo de granos y forrajes, después áreas de pastoreo y finalmente, áreas silvestres.

A lo largo del tiempo, el modelo hace suponer que, conforme la población urbana aumente, la demanda de alimentos crecerá provocando aumento en los precios de los productos agrícolas, que harían rentable abrir nuevas áreas al cultivo y de esta manera, veríamos un avance de las áreas de mayor intervención humana a partir de las áreas urbanas, en un proceso de penetración sobre las áreas forestales y silvestres. Muchas visiones neo-malthusianas siguen este patrón de razonamiento. Con este enfoque, tendríamos al aumento en la población como el gran motor de un avance continuo de las áreas cultivadas a expensas de los bosques y las áreas silvestres.

El papel de la tecnología

El agrónomo norteamericano Norman Borlaug (1914 - Sep 2009), enfocó el problema de otra manera. Propuso que el desarrollo de las técnicas agrícolas podría hacer más abundante la producción y más barato satisfacer la demanda creciente de alimentos y otros productos. La disminución de los precios de los productos agrícolas, desalentaría a los productores de zonas marginales, lo cual desanimaría la apertura de tierras al cultivo en zonas con fertilidad relativamente baja o en zonas de acceso relativamente difícil. Borlaug recibió el premio Nóbel en 1970 por ser uno de los arquitectos principales de la llamada "revolución verde".

El enfoque de Borlaug nos haría prever que las áreas de producción agropecuaria se concentraran en principio en las zonas más fértiles y accesibles, como el modelo de von Thünen sugeriría. Sin embargo, conforme la capacidad agronómica de un país se fuera desarrollando, la producción agropecuaria tendería a concentrarse más en los enclaves más favorables, revirtiendo incluso la apertura de tierras marginales al cultivo en zonas que se volverían menos competitivas conforme la productividad en los enclaves de alta tecnología creciera y los precios de los productos agropecuarios se redujeran. Desde este punto de vista, podríamos esperar que la dinámica de deforestación, estuviera vinculada sí a la dinámica poblacional y al crecimiento de la demanda, pero la capacidad agronómica del país de que se trate, modificaría enormemente el impacto de las demandas poblacionales sobre los bosques y las áreas silvestres.

Antes de Borlaug, la economista danesa Ester Boserup (1910 - 1999) observó que la tecnología juega un papel fundamental en la dinámica de uso del suelo. Ella documentó casos en contextos muy distintos, en los que después de observar cierto crecimiento poblacional y cierta deforestación animada por la demanda de productos agropecuarios, el propio crecimiento en la densidad de población, genera condiciones para saltos tecnológicos, o si se quiere, "revoluciones" como la de Borlaug. Esos saltos tecnológicos, cambian sustancialmente el peso de los factores de von Thünen (rendimiento, costo de producción, flete y precios) y explican por qué en la carrera entre capacidad de producir alimentos y la demanda asociada al crecimiento poblacional, no haya sido ganada a nivel global por la demanda. Para Boserup, el crecimiento poblacional no genera solamente aumento en la demanda de productos agropecuarios. Crea las condiciones para el desarrollo de la tecnología agrícola. (2)

(1) Der isolirte Staat in Beziehung auf Landwirthschaft und Nationalekonomie, oder Untersuchungen Uber den Einfluss, den die Getreidepreise, der Reichtum des Bodens und die Abgaben auf den Ackerbau auswben, Vol. 1, 1826

(2) The Conditions of Agricultural Growth: The Economics of Agrarian Change under Population Pressure (Chicago, Aldine, 1965)

Documento relacionado:

Criterios para la Caracterización del Proceso de Deforestación en México. Sergio Madrid Zubirán y Gonzalo Chapela y Mendoza. Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible / Red Mexicana contra la Desertificación RIOD-MÉX / Universidad Autónoma Chapingo. 1998

lunes, 22 de marzo de 2010

Deforestación en México - Tendencias

Estimadas y estimados:

Un último aspecto que debemos comentar sobre la deforestación, es el de las tendencias.

El documento de Francisco Takaki del INEGI, que comentamos en correos anteriores, nos da alguna información sobre dichas tendencias:

Una primera tendencia que se observa, que ya comentabamos en el mensaje del 17 de Marzo pasado, es que la deforestación parece estarse reduciendo de una manera consistente: pasó de 1 millón de has. anuales a fines de siglo, a 336,500 en 2002 (Takaki, 2010), a 260,400 has. en 2005 (FAO, 2005).

En segundo lugar, aunque la tendencia anterior debe alimentar cierto optimismo a favor de los bosques y selvas, los datos del INEGI, indican una tendencia a sustituir bosques naturales por vegetación secundaria arbolada y no arbolada, Areas de Uso Agropecuario y Zonas Urbanas, que hacia fines de siglo (1986) crecían a razón de 1,009,736 de hectáreas anuales y en los tiempos recientes (2002) crecían a razón de 754,211 has. anuales.

En tercer lugar, se nota una reducción importante de los bosques y selvas de más alto valor comercial, que son sustituídos en parte por comunidades vegetales degradadas. La mayor parte del valor de la producción forestal, proviene de los bosques de coníferas y de las selvas altas y son estos tipos de vegetación los que están sufriendo reducciones importantes.

En el caso de los bosques de coníferas, se observaban reducciones de 172,000 hectáreas anuales hacia fines del siglo. La pérdida de estos bosques valiosos se aceleró a 290,000 hectáreas anuales en los tiempos recientes.

En el caso de las selvas perennifolias, las reducciones anuales eran del orden de 183,000 hectáreas hacia finales del siglo XX y de 93,000 hectáreas en los tiempos recientes.

En resumen, mientras por un lado la reducción en la tasa global de deforestación permite considerar la factibilidad real de detener la deforestación en México en los próximos años, la ganadería extensiva, la agricultura y el crecimiento urbano, siguen reduciendo las áreas silvestres. Si bien tienden a afectar menos a los bosques, están mermando otros tipos de vegetación, que tiene importancia biológica y social. Por otra parte, los datos sobre la composición, muestran la reducción de los bosques y selvas de mayor valor comercial, lo cual habla de un descuido muy serio de los criterios de sostenibilidad en el manejo de los bosques y selvas para fines comerciales.

Conforme la cantidad de bosques y selvas que se pierden se va reduciendo, la calidad de la vegetación forestal va convirtiéndose en uno de los asuntos de mayor relevancia para lograr una buena política forestal en México.


Vegetación Secundaria


año hectáreas diferencia cambio anual
1980 32,456,346

1993 38,721,546 6,265,200 481,938
2002 42,367,942 3,646,396 405,155








Areas de Uso Agropecuario


año hectáreas diferencia cambio anual
1980 34,671,344

1993 40,612,390 5,941,046 457,004
2002 43,595,744 2,983,354 331,484




Zonas urbanas


año hectáreas diferencia cambio anual
1980 200,522

1993 1,120,838 920,316 70,794
2002 1,278,985 158,147 17,572


Vegetación secundaria, áreas agopecuarias y urbanas


año hectáreas diferencia cambio anual
1980 67,328,212

1993 80,454,774 13,126,562 1,009,736
2002 87,242,671 6,787,896 754,211


Bosque de coniferas


año hectáreas diferencia cambio anual
1980 16,196,295

1993 13,955,792 -2,240,502 -172,346
2002 11,339,555 -2,616,237 -290,693


Selva perennifolia


año hectáreas diferencia cambio anual
1980 6,381,979

1993 3,995,758 -2,386,220 -183,555
2002 3,157,560 -838,198 -93,133


M.C. Francisco Chapela

miércoles, 17 de marzo de 2010

Deforestación en México - Dimensiones

Estimadas y estimados:

El Director General Adjunto de Normatividad, de la Dirección General de Geografía del INEGI, el Biólogo Francisco Takaki, hizo una presentación titulada: "Información Básica para la Construcción de la Tasa de Deforestación". Está disponible haciendo click aquí, o visitando el sitio del INEGI: http://www.inegi.org.mx/rne/docs/Pdfs/Mesa3/20/FranciscoTakaki.pdf

Basándose en Lund, H.G., V. Torres, A. Turner y L. Wood.2002. México. Análisis crítico de los estimados disponibles de deforestación.USAID. SEMARNAT., indica que hay una variación enorme en las estimaciones de la deforestación en México, que van de 75,000 hectáreas anuales a 1.98 millones de hectáreas anuales.

Takaki señala que "Es importante hacer notar que no se puede decir que una u otra estimación de la tasa de deforestación es “correcta” o “errada”. Como fueron calculados con diferentes definiciones, metodologías y fuentes
de datos, sólo se puede decir que una estimación de la tasa de deforestación realizada para un determinado propósito, no puede ser comparada con otra que responde a un requerimiento distinto."

Una explicación de la gran variación en los datos de deforestación, se refiere a las definiciones. Si, como mencionamos, se pude decir que el fenómeno de la deforestación comprende la pérdida permanente de cualquier comunidad silvestre, habría que poner en la contabilidad las áreas arboladas de bosques y selvas perdidas, pero además agregar las áreas de matorrales, chaparrales, manglares, y otras áreas silvestres que se han transformado a otros usos, o que han perdido sus atributos de "silvestres". Si se toma en cuenta todo esto, se puede llegar a la estimación de Víctor Toledo de que se deforestaban en 1989 1,500,000 hectáreas anuales.

Sin embargo, si reducimos la estimación solamente a las áreas arboladas, obtenemos cifras más consistentes. Siguiendo este criterio y estableciendo parámetros que buscan estandarizar las metodologías y generar cifras comparables entre los países, la FAO ha publicado en sus Evaluaciones de los Recursos Forestales Mundiales, que México tenía 69.016 millones de hectáreas arboladas en el año 1990, y pasó a tener 65.540 en 2000 y 64.238 en 2005. Esto significa que en el período 1990-2000 se perdieron en promedio 347,600 hectáreas arboladas anuales y entre 2000 y 2005 260,400 hectáreas anuales. Pueden ver los datos que publica la FAO haciendo click aquí o visitando el sitio http://www.fao.org/forestry/32089/en/mex/

Por su parte, Francisco Takaki del INEGI, presenta datos que muestran que, de acuerdo con la primera carta digital de Uso del Suelo y vegetación del INEGI integrada en 1980; es decir, la serie I de cartas, México tenía 51.5 millones de hectáreas arboladas. Al integrar la serie II de cartas con información satelital de 1993, habían 37,5 millones de hectáreas arboladas. Cuando se elaboró la serie III de cartas con información de 2002, habían 34.5 millones de hectáreas. Esto equivale a decir que en el pasado (1980-1993), se perdían en promedio 1.076 millones de hectáreas anuales y que en los años recientes (1994-2002) la pérdida anual de bosques y selvas se redujo a 336,500 hectáreas anuales. Estos son los datos de Takaki, reunidos en un solo cuadro:


Serie I 1980 Serie II 1993 Serie III 2002
II-I / 13 II-II/9
GRUPO DE VEGETACIÓN SUPERFICIE (ha) SUPERFICIE (ha) SUPERFICIE (ha)


Bosque de coniferas 16,196,294.76 13,955,792.32 11,339,555.36
-172,346.34 -290,693.00
Bosque de encino 12,128,292.60 10,837,904.95 9,982,042.45
-99,260.59 -95,095.83
Bosque mesófilo de montaña 1,191,820.28 1,021,657.95 869,978.58
-13,089.41 -16,853.26
Selva perennifolia 6,381,978.63 3,995,758.24 3,157,560.40
-183,555.41 -93,133.09
Selva subcaducifolia 894,111.29 532,553.23 463,425.91
-27,812.16 -7,680.81
Selva caducifolia 9,826,865.56 6,979,862.97 7,843,165.74
-219,000.20 95,922.53
Selva espinosa 4,890,700.03 188,032.78 827,120.33
-361,743.63 71,009.73
BOSQUES Y SELVAS 51,510,063.15 37,511,562.44 34,482,848.77
-1,076,807.75 -336,523.74







Pastizal 9,795,091.62 8,405,770.42 8,445,360.23


Matorral xerofilo 55,922,083.76 52,135,933.29 53,232,887.89


Vegetacion hidrofila 2,421,158.07 2,248,343.02 2,540,402.14


Otros tipos de vegetacion 314,567.48 6,009,108.61 414,987.22


Sin vegetación aparente 837,117.72 981,746.36 952,055.93


Agricultura 34,671,344.28 40,612,390.19 43,595,743.99


Zonas urbanas 200,521.86 1,120,838.19 1,278,984.84


Cuerpos de agua 2,482,365.55 2,487,209.01 2,507,746.18


Vegetación inducida 5,826,840.60 6,203,052.48 6,618,541.13


Vegetación secundaria 32,456,345.92 38,721,545.99 42,367,941.70


TOTAL 196,437,500.00 196,437,500.00 196,437,501.00




A la baja de la deforestación de 1 millón de has. anuales a fines de siglo a 336,500 en 2002 que presenta Takaki, se puede agregar la cifra de 260,400 has. perdidas anualmente hacia 2005 que publica la FAO y obtenemos una imagen en la que la deforestación parece estarse reduciendo de una manera consistente

Saludos,

M.C. Francisco Chapela

Director Ejecutivo
Estudios Rurales y Asesoría

martes, 16 de marzo de 2010

La deforestación en México - Definiciones

Estimadas y estimados:

Para tener un marco de definiciones, conviene recordar que la Real Academia de la lengua, define "deforestación" como la "acción y efecto de deforestar". Es una palabra que quizá proviene del francés déforestation, y este del inglés deforestation. "Deforestar", es "despojar un terreno de plantas forestales". "Forestal" proviene del latín forestālis y se refiere a lo "perteneciente o relativo a los bosques y a los aprovechamientos de leñas, pastos, etc.". La palabra latina forestālis proviene de "fora"; es decir de fuera.

Desde este punto de vista, las formas de vida forestales, no se refieren solo a los árboles ni a las zonas arboladas, sino a lo que está "afuera" de las áreas en donde la gente vive, siembra y cultiva sus huertas y frutales. Básicamente, se refiere a las comunidades silvestres de árboles, plantas, animales y microorganismos. De esta manera, no solo los bosques y selvas, sino los pastizales naturales, chaparrales, los manglares o las áreas montañosas de roca, son ambientes "forestales". De manera semejante, las plantaciones para astillas, para papel o las huertas de frutales, aunque estén formadas por plantas leñosas, no se deberían considerar como "forestales". En buen español, la pérdida permanente de las comunidades silvestres, podría considerarse "deforestación".

Sin embargo, para llevar un registro de los procesos de cambio a nivel nacional y a nivel mundial, la FAO ha restingido la definición de la deforestación a "la conversión de los bosques a otro tipo de uso de la tierra o la reducción de la cubierta de copa, a menos del límite del diez por ciento".

La deforestación incluye áreas de bosque convertidas a la agricultura, pasto, reservas de aguas y áreas urbanas. La deforestación también incluye las áreas en donde, por ejemplo, el impacto del disturbio, la sobreexplotación o las condiciones ambientales que cambian, afectan el bosque de manera tal que este no puede albergar una cubierta de copa superior al umbral del diez por ciento. El término excluye de manera específica las áreas en donde los árboles fueron extraídos a causa de la explotación o la tala, y en donde se espera que el bosque se regenere de manera natural o con la ayuda de técnicas silvícolas. A menos que la tala vaya seguida de un desboscamiento mediante una perturbación continua, los bosques se regeneran por lo general, aunque a menudo de acuerdo con una condición diferente, es decir secundaria. En las áreas de agricultura itinerante, de bosque, de barbecho forestal y de tierra agrícolas, éstos aparecen de acuerdo a un patrón dinámico en donde la deforestación y el retorno del bosque a menudo ocurre en islotes pequeños. A fin de simplificar los informes relativos, se suele utilizar el cambio neto en un área más vasta (1). Es decir, la FAO opta por dar seguimiento a los cambios en la cubierta arbolada a expsnsas de perder segumiento a otras áreas silvestres, que pudieran considerarse "forestales".

A partir de los informes del gobierno mexicano, la FAO reporta para México en 2005 una cobertura de 64.238 millones de hectáreas forestales; es decir el 33,7% de la superficie terrestre del país. Al comparar las evaluaciones de los bosques de 1990, 2000 y 2005, la FAO reporta 69.016, 65.540 y 64.238 millones de hectáreas arboladas, respectivamente. Esto significa la pérdida de unos 5 millones de hectáreas entre 1990 y 2005 y la pérdida en promedio de 348,000 hectáreas anuales; es decir el 0.5% (2)



Notas:

(1) FAO: Evaluación de los recursos forestales mundiales 2005. http://www.fao.org/forestry/fra/fra2005/es/
FAO. 2001. Evaluación de los recursos forestales mundiales 2000 – Informe principal. Roma

(2) FAO: Evaluación de los recursos forestales mundiales 2005. Tablas mundiales. http://www.fao.org/forestry/32032/es/

M.C. Francisco Chapela

La Deforestación en México

Estimadas amigas y amigos:

Conforme al plan propuesto para la discusión, los invitamos a aportar sus datos y puntos de vista sobre el primer tema: Que se entiende por deforestación, cuál es la magnitud y las tendencias de la deforestación en México. Tomando el comentario de Gonzalo Chapela, les agardeceremos que aporten elementos para tener alguna certeza sobre las fuentes de información.

Les comento también que estaremos llevando un registro de las discusiones en el blog http://cerodeforestacion.blogspot.com/


Saludos,

M.C. Francisco Chapela

sábado, 13 de marzo de 2010

Iniciamos consulta

Enviado el: Viernes, 12 de Marzo de 2010 11:47 a.m.
Para: cd2020-mx@mailman.greenpeace.org
Asunto: [CD2020-mx] Iniciamos consulta

Estimadas amigas y amigos:

Muchas gracias por su disposición e interés en participar en la consulta para definir una estrategia efectiva para detener la deforestación en México en pocos años.

Como comentamos a fines de febrero, nos interesa responder algunas preguntas, como:

¿Qué medidas deben tomarse para detener en pocos años la deforestación en México?

¿Qué papel debe jugar la sociedad civil en la ejecución de esas medidas?

¿Qué papel pueden jugar las organizaciones sociales, las empresas y las agencias de gobierno?

Para analizar este tema, les propongo que avancemos en nuestra discusión por partes. Podríamos tratar de comentar cada parte durante una semana, empezando el Lunes 14 de Marzo :

1. (15 a 20 de Marzo) Que se entiende por deforestación, cuál es la magnitud y las tendencias de la deforestación en México

2. (22 a 27 de Marzo) Cuáles son las causas directas o inmediatas de la deforestación; cuales son las causas indirectas o subyacentes de la deforestación

3. (29 de Marzo a 3 de Abril) Qué medidas deben tomarse para detener en pocos años la deforestación en México; Qué papel debe jugar la sociedad civil en la ejecución de esas medidas; Qué papel pueden jugar las organizaciones sociales, las empresas y las agencias de gobierno.

Si les parece que avancemos de esta manera, le pedimos por favor que manden sus comentarios, propuestas, documentos, etc. a cd2020-mx@mailman.greenpeace.org

Gracias de nuevo y quedamos al pendiente de sus aportaciones.

Saludos,

Francisco Chapela - Estudios Rurales y Asesoría
Héctor Magallón - Greenpeace México